Cuatro pequeños epílogos que nada terminan y un preludio final
Uno
No era odio lo que había en su mirada,
No podía ser odio,
Más bien
Amor inmenso,
Cuando largó el cuchillo
Y rasgó mi camiseta.
Un horizonte rojo
Se anunció en mi costado
Y amaneció para siempre
El sol inédito
Del dolor y la pérdida.
Dos
Es un recuerdo alegre;
Olía a leña y frío por su casa
Y su cuerpo fruta fresca.
Parecíamos, a veces,
-Depende de cómo me levantara esa mañana-
Un par de arcángeles salvajes.
Pero el otoño es dulce y cruel,
Un baile de tenues hojas muertas
Y cabellos en ventisca:
Todo se lleva.
Tres
Ella había huido del hogar
Y yo nunca sentí un frío
Tan frío como el de aquella noche:
Secaba los ojos y partía los labios.
A nuestro alrededor
Una ciudad desierta
Habitada por guardias de seguridad
Y luces palpitantes que anunciaban
Cualquier cosa
Que no pudiéramos alcanzar
Con los veinte pesos del bolsillo.
Nos acurrucamos; ni un alma,
Sólo el zumbido
De la lejanía habitada por murmullos.
Nos abrazamos sin miedo
Bajo el auspicio de una parada de autobuses
Y nuestro aliento de humo
Nos arrulló hasta quedar dormidos.
Un sueño tan dulce
Que parecíamos muertos
En un final feliz,
Aunque fuera sólo un instante
De cristal que rompe calladamente.
Cuatro
Noche roja de sabor amargo,
Soledad de calles extranjeras
Y anónimas luces de los autos
Que se propagan por el viento.
Ser un poema
Por el que pasan incontables manos
Y ninguna vista se detiene
-Ni la suya, en que confiaba-
A descifrar los versos.
Noche roja de sabor amargo;
Ebrio, dando tumbos, ciudad extraña
Y en cada esquina un árbol,
Un farol,
Habitado por mariposas de alas negras.
Preludio
Hilo guirnaldas
De cruzada perdida
Y amoríos de sombra
Para el que vendrá tras de mi
Con los años;
Moribundo que finge poseer mí nombre.
Buenos deseos:
Descanse en paz cuando le llegue
El índigo crepúsculo
De la estrella que se extingue.
No era odio lo que había en su mirada,
No podía ser odio,
Más bien
Amor inmenso,
Cuando largó el cuchillo
Y rasgó mi camiseta.
Un horizonte rojo
Se anunció en mi costado
Y amaneció para siempre
El sol inédito
Del dolor y la pérdida.
Dos
Es un recuerdo alegre;
Olía a leña y frío por su casa
Y su cuerpo fruta fresca.
Parecíamos, a veces,
-Depende de cómo me levantara esa mañana-
Un par de arcángeles salvajes.
Pero el otoño es dulce y cruel,
Un baile de tenues hojas muertas
Y cabellos en ventisca:
Todo se lleva.
Tres
Ella había huido del hogar
Y yo nunca sentí un frío
Tan frío como el de aquella noche:
Secaba los ojos y partía los labios.
A nuestro alrededor
Una ciudad desierta
Habitada por guardias de seguridad
Y luces palpitantes que anunciaban
Cualquier cosa
Que no pudiéramos alcanzar
Con los veinte pesos del bolsillo.
Nos acurrucamos; ni un alma,
Sólo el zumbido
De la lejanía habitada por murmullos.
Nos abrazamos sin miedo
Bajo el auspicio de una parada de autobuses
Y nuestro aliento de humo
Nos arrulló hasta quedar dormidos.
Un sueño tan dulce
Que parecíamos muertos
En un final feliz,
Aunque fuera sólo un instante
De cristal que rompe calladamente.
Cuatro
Noche roja de sabor amargo,
Soledad de calles extranjeras
Y anónimas luces de los autos
Que se propagan por el viento.
Ser un poema
Por el que pasan incontables manos
Y ninguna vista se detiene
-Ni la suya, en que confiaba-
A descifrar los versos.
Noche roja de sabor amargo;
Ebrio, dando tumbos, ciudad extraña
Y en cada esquina un árbol,
Un farol,
Habitado por mariposas de alas negras.
Preludio
Hilo guirnaldas
De cruzada perdida
Y amoríos de sombra
Para el que vendrá tras de mi
Con los años;
Moribundo que finge poseer mí nombre.
Buenos deseos:
Descanse en paz cuando le llegue
El índigo crepúsculo
De la estrella que se extingue.
Comentarios
Habitado por mariposas de alas negras
Cuando me di cuenta que en realidad estaba distraido pensando en la niña de Charles Manson que le abrió la panza a Sharon Tate y declaró en el juicio que fue un acto de amor; así como dices en Uno.
No sabes lo contenta que estoy, te quiero, te adoro y ayer, ayer que gritábamos en el metro, estuve muy contenta.
El poema es hermoso, aunque creo que se podrían afinar algunos detalles, pero me gustó muchísimo.
¿te acuerdas que ese día...? je, yo sé que cualquier cosa, si te acuerdas :D