10 de noviembre

Soy un imbecil. El nueve me encuentro a Daniel Terrones afuera de una farmacia cerca de mi casa. A terrones nunca le pasa el tiempo, me digo. Se ve como siempre, con unas arrugas extras (y muy tristes) alrededor de los ojos. Voy a ver una película con Marcela el mismo día y por un segundo me permito ser feliz. Ultima función. Le hablo a Mariana para que le avise a su hermana que no podré estar la noche del 17 en el evento en la noche literaria de la escuela (o bohemia, o lo que sea, que más da, no podré ir). Mientras estoy en el teléfono me doy cuenta que he perdido el morral donde traía el libro que tenía que reseñar. Soy un imbecil. Soy un imbecil. También iban mis llaves y el libro de Daniel. Merezco morir. No puedo permitirme un segundo de alegría por que algo en mi ser, previsoramente, ya lo saboteó de antemano.

El diez voy con Elsa a pasear por ahí. Comemos un Sándwich en Starbucks y me entrega un par de regalos, uno para Daniel, otro para mi. Sonríe. Se ve hermosa cuando sonríe. Víctor me habla cuando estoy en el parque con ella. Víctor está borracho, nada grave, saluda a todos y se le acaba el saldo. Paso el resto del día esperando el taxi en el sitio de taxis donde olvidé el morral. El taxista nunca llega. Me quiero morir.

Por fin es diez y nada pasa. Me despierto temprano e improviso una reseña con pocas citas de MS sobre el mismo libro. Corro al sitio de taxis y el taxista no ha vuelto, me dirijo a casa de Daniel derrotado y con miedo por la confirmación de la idea de que soy un imbecil irresponsable incapaz de conducirse honestamente que todos tienen de mi. Me encuentro a Segio Loo en el camino. Trae una camiseta amarilla de los Cramps y me saluda con un abrazo. Me recuerda que le mande material para la antología de poesía joven. ¿Publicar cualquier pendejada ahora? Pienso. Para qué si soy un imbecil que escribe muy mal. Me arrepentiré, lo sé. Quisiera tener más confianza en mi mismo, pero es imposible. Sé lo que es la literatura. Nada de lo que hago vale la pena aun en la más mediocre de las publicaciones y circunstancias. Es imposible medirme con nadie en esta vida.

Le explico todo lo del libro a Daniel y a MS y nada pasa. Daniel y yo vamos a comprar cerveza a Gigante.

De paso miro en la calle un montón de árboles que derraman sus hojas doradas sobre la banqueta. Sopla un viento detrás de mi. El otoño se ha atrasado unos días para darme un panorama de desolación interior que yo mismo no sospechaba. Daniel está lacónico y deprimido y casi al punto de la cretinéz. Opto por no molestarme. Las hojas siguen cayendo y los automóviles pasan como espectros o cualquier cosa tenebrosa e inesperada que infringiera el marco de la realidad en la que me encuentro situado. Otoño, dulce palabra de un buen idioma. Otoño. Hojas muertas.

Estoy borracho mientras escribo. Alexandra me mandó una carta con fotos de cuando estuve en Xalapa. Todos salimos del carajo, lo ideal es que permanezcan en el anonimato para siempre. La cámara de Iván esta maldita, nunca salgo bien en ella. En el blog de Alex veo que repite patrones conductuales mientras leo, parece que todo lo tiene controlado, la “dosificación de la información”, me digo. Un concepto que en estos aspectos sólo yo puedo entender. Recuerdo una frase de Bioy Cazares en una revista suya. Es triste la confirmación de las cosas, pensando en la frase que menciono, pero así quiere uno a la gente. Me llegan un par de mensajes suyos mientras termino de escribir esto. “Sueño y poesía”, dicen.

Invité a Mariana al cine mañana y en este momento (después de pagar todo lo pagable y gastar mucho en transporte y tarjetas de teléfono) me gustaría saber como demonios voy a pagarlo. La película es muy buena y no dejé de acordarme cuanto le gustaría verla. Quisiera cuando menos tener un buen gesto con ella antes de irme de esta ciudad. Ella se lo merece todo. Pero no tengo dinero. Que asco me doy.

Que raros son los hombres. Pareciera que orinan alrededor de su territorio. Me darían risa si no tuvieran razón. Hay que temer, muchas veces hay que temer. No de mí, claro, no me importa saber a quien aman. Sólo tened miedo de los idus de marzo.

Estamos a punto de cenar otoggi, escuchamos los Sex Pistols. No puedo escribir bien y apenas son las diez de la noche. Daniel no ha bebido nada, por así decirlo, nadie ha bebido excepto yo, en realidad. Todo me asquea. Quiero llegar a Chihuahua cuanto antes posible. Extraño mi casa y mis amigos (nunca pensé que lo diría con convicción). Extraño a Maribel, a Arturo, al pinche Jhonny. Extraño cuando la vida parecía más complicada pero era más sencilla.

El dulce amarillo y rojo de las hojas de sicómoro, cayendo como si fueran murmullos. Crujen y crujen, entre el viento caliente, como si contaran un secreto. Un secreto que nunca sabré. Tal vez donde buscar la felicidad, un lugar donde vivir, cómo hacerlo y a quién amar. Otoño en Chihuahua, tres de la tarde. Extraño.

Comentarios

Minerva Reynosa dijo…
toc toc,
mi querido don retórico
y es que me gusta el discurso de anibal en tito livio...

sólo para decirte que te mando saludos y un abrazo grande desde tijuana y su línea.

minerva
Octopus Queque dijo…
Demonios, pensé que sí ibas a encontrar el morral =( pero pues ya te dije, es distracción, accidents happen (diría system of a down). Y está mal que digas "una vez es distracción y ya más veces blah blah" por que pues eso qué. A parte de que a todos nos llevas manooooo (léase con voz cansada, ya sabes, manooooooo).

(})

Y todos extrañamos cuando la vida parecía más complicada pero era más sencilla.

Huevos el que no.

Saluditos y yanostés mal.
Pose As A Nark!

(perdón, es que qué bonita rola)

(})
Beu Ribe dijo…
yo digo que eres muy paranoico mi vida. :)

Estoy rodeada de paranoicos lindos, lindos paranoicos. :P

TE quiero mucho y ya te fotocopie tambien el articulo del librito este... ya quiero ir y dartelo.

Nos veremos en Enero, supongo ¿no?

Un beso.
carlos dijo…
explicarle las cosas a MicroSoft no arreglará nada



JAJAJAJAJAJA


que buena puntada. como siempre.


JAJAJA
loco_suicida dijo…
¡ MI CAMARA NO ESTA MALDITA!

...........solo q todos estavamos muy borrachos cuando tomamos la mayoria de las fotos

un saludo camarada
[Akira] dijo…
No, si está maldita, como la pelicula esa donde los trailers cobran vida y matan a las personas...bueno...ya me voy, tururú.

Saludos Don.

Le quite la cinta a una de esas bolsas negras para basura, escogí la verde, creo que es la de desechos orgánicos, tu sabes, para amarrarme los... :)

Te quiero, viejo.

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