10 de febrero

Ayer fui a comer Borsch con Victor Míreles y Guillermo Hernández. No recuerdo que hablamos muy bien, creo que sobre importar rusos para poner una fabrica de Ladas en México. La conclusión es que lo mejor es importar rusas, esos iempre ha dejado dinero. Después vinimos aquí y jugamos al maratón con Daniel y Karina toda la noche. Hace mucho que no me divertía tanto y creo que jugamos hasta las seis de la mañana. Me acabo de despertar y ya me tengo que ir porque quedé de ver al bicho en menos de media hora. Y en realidad creo que no me saco a Doctorow de la cabeza. Me ha gustado mucho su novela, no por la técnica postmoderna de la anécdota histórica y la ficción. Mas bien porqué la novela a pesar de la técnica literaria es una novela fundamentalmente moderna. Es decir, que tiene una carga social y politica, muy en el rollo del realismo ruso del XIX, en el sentido que me recuerda Pobres Gentes o El Capote; demostrar como es que vivia la gente, bajo que contexto y en que condiciones: eso siempre será político y maravilloso. Todos los esfuerzos encaminados a demostrar una idea. Desmitificar la historia es fácil, eso yo lo hago todos los días antes de desayunar. Pero lo que hace Doctorow en Ragtime es simplemente darle un sentido a la tarea.

Comentarios

Octopus Queque dijo…
Tengo por ahí Ragtime pero ni lo he visto bien, es que en la mudanza mi papá sacó todos sus libros y sólo me robé los que no empezaban con "química..." o algo así. Prometo leerlo, por eso lo robé (?). Pero es que, you know, pues sí.

Por cierto, ya tengo la del Padrino. Nada me puedes decir ya, muajajaja.

A bailar! Me-secina! Me-secina! Jojo! Jojo!

Bueno no, mejor me voy a dormir. Mañana son mis radiografías! Bueno, en un rato. Las primeras! Muero de la emoción.
Mi estimado Raúl:

Usted siempre da buenas recomendaciones, prometo echarle un ojo a Ragtime.

Oye, ¿qué es de su venerable hermano?
Le propongo unas chelas el viernes. Usted nomás diga: mi casa, la suya o la de su hermano?

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