15 hijoesdeputa números y contando






Que llegó HermanoCerdo 15 ya lo sabés así que no es de HermanoCerdo 15 específicamente de lo que específicamente aquí se va a hablar. Fijate incluso que ni siquiera nos vamos a fijar en la reiteración de palabras. Si se reiteran las reiteraciones que chille quien quiera chillar. De hecho este editorial (y se dice "este editorial" y no "esta editorial" porque el masculino es esto y el femenino es, llamemos las cosas por su nombre, una casa editora), decía este editorial por arriba que: de hecho este editorial es un editorial sin ningún tipo de corrección porque el tiempo es poco y las ganas de sacar en limpio este editorial y HermanoCerdo 15 son tantas que tampoco nadie se va a entretener buscandolé preciosismos a lo que a fin de cuentas y por si no te enteraste es un simple editorial y no otra cosa más que un simple editorial. Así que acá lo que vas a leer es un simple editorial y nada más que eso. Y si ya estás fastidiado no nos echés la culpa, en todo caso, y como lo aconsejan varias escuelas psicoanalíticas, tratá de comprendernos, que a su vez es muy distinto de justificar, porque acá nadie te pide que hagas de este editorial un acto plenamente justificado ni mucho menos, acá lo que sencillamente te pedimos, lo que específicamente te pedimos (y la palabra "específicamente" con ésta ya se reitera cuatro veces, y "reitera" como cinco), acá específicamente lo que te pedimos es que nos comprendas y a la vez no nos prejuzgues, porque sí, a vos te estamos hablando, a vos que suponés que somos un conjunto de gordas vagas y adineradas con seudónimos masculinos, a vos que suponés que somos unos pendejos imberbes a los que nos sobra el tiempo y asimismo y otra vez el dinero (qué es el tiempo sino una mala traducción de la economía), a vos que andás por ahí diciendo que estos chicos de HermanoCerdo son cualquier cosa menos gente seria que tiene obligaciones y que por eso tiene tiempo para hacer HermanoCerdo y traducir cosas extrañas y leer la literatura más conservadora del universo, a vos, por si todavía no te diste por aludido, te decimos que en realidad nosotros somos gente mucho más seria y preocupada por cuestiones hasta bioéticas de las que puedas imaginarte, y aunque éste sea un tonto editorial y nada más que un tonto editorial está bueno que lo sepas, porque el que no salta de traducción en traducción de textos totalmente alejados de lo literario se las pasa editando otros textos de abogados de negocios o bien sirviendo los nunca limpios propósitos de un candidato político que quiere llegar a ser diputado o senador o miss universo. En menos palabras, lo que acá te queremos dejar por escrito es que no nos confundás con gente al reverendo pedo porque no somos ese tipo de gente y esta revista y todo lo importante que hacemos lo hacemos cuando la vida nos da respiro, y ya que viene a cuento te añadimos que la vida real nuestra no es ni por las tapas la literatura lamentablemente, sino la burocracia en sus más infernales ramificaciones. Específicamente. Y cuando no vivimos, cuando tenemos sueño, cuando los cigarrillos ya nos congestionaron y nos cerraron los pulmones, cuando la revolución estomacal es un hecho y los nervios los tenemos hechos añicos, es en esos momentos en los que todavía ni siquiera hacemos HermanoCerdo porque antes debemos cumplir con ciertas necesidades fisiológicas y asimismo con otras que no son fisiológicas pero que le pegan en el palo, como por ejemplo leer en el viaje hacia las cuevas donde trabajamos para no pensar que trabajamos ni que somos lo que somos, para imaginarnos que somos Ismael escribiendo el libro ése que también es un tratado sobre las ballenas. Es recién luego en definitiva cuando HermanoCerdo aparece como obligación. Y eso estate seguro que siempre se da después de manifestarnos civilmente vivos, electoralmente vivos, socioeconómicamente vivos. Es sólo en esa instancia, que es la más parecida a la muerte, si por muerte y sin entrar en sentimentalismos y exageraciones entendemos que es un estado donde nadie pero absolutamente nadie te da pelota y en consecuencia te dirige la palabra, es entonces cuando llegan esos puntos negros en nuestras existencias, cuando ya estamos que prendemos fuego todo lo que tocamos de lo quemados que estamos, es ahí por si no te avivás que comienza cada número de HermanoCerdo, en este caso el 15, pero lo mismo podés aplicarlo al 1, al 2, al 3, y así hasta el 14 que fue el del mes de abril. Sólo queríamos dejarteló bien en claro, para que sepás que número a número, página a página, palabra a palabra y traducción a traducción, los que hacemos HermanoCerdo, algunos más, algunos menos, pero todos de algún modo, nos rompemos el orto. ¿Y sabés para qué? Para volver a ser unos burócratas más luego. Específicamente. Si no lo hiciéramos, técnicamente cada uno de nosotros ya tendría un par de tiros en las bolas.



HermanoCerdo 15, abril de 2007 Editorial
Cartas al Hermanocerdo,
Las cartas que llegan a nuestro buzón, 5
Ensayo
Ben Schott
Confesiones de un abusador de libros, 6
Javier Avilés
Cómo llegar a Yoknapatawpha, 9
Crónica
Pablo Ruiz
Trece vistas de la nieve en Japón, 12
Ficción
Daniel Espartaco Sánchez
Habedero: Homenaje, 15
J. S. de Montfort
Laia, 22
Lola Copacabana
Formas alternativas de zamparse en pelotuda, 27
Omegar Martínez
Blanco, 31
Cristina Nuñez
Si una mujer, 35
Crítica
Carlos Velázquez
Leonard Cohen: el nihilista consumado, 39
Columnas
Raúl Aníbal Sánchez
Tribulaciones de un joven indolente, 41
Kim Che-San
Nuestro Hombre en Pyongyang, 43
Miscelánea
Mauricio Salvador
1982, 44
--
Revista Hermanocerdo
http://hermanocerdo.googlepages.com
hermanocerdo@gmail.com

Comentarios

[Akira] dijo…
Andamos marranos! Oink oink!
carlos dijo…
cagada la editorial. orita voy a checarlo.

Entradas más populares de este blog

No todos saben cantar no todos saben ser manzana y caer a los pies de otro