Odio el INTERNET (es una etapa) y odio mi blog. Harto estoy de esta pérdida de tiempo. Dejo, primero, un post del blog de Mauricio Salvador, llamado The art of fiction. Un texto que considero fundamental, en la significación completa de la palabra. Dejo, despues, un poema de Cernúda. Ambos sirven para identificarme a mi mismo, reconocerme y no perderme entre toda la mierda. La vida es horrible, es harto complicada: odio el blog. Muerete. Odio postear y cualquier otra clase de compromiso via red. Por el culo a todos, me voy a leer a V. S. Naipaul.
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Pequeño Post
mayo 29, 2007
La primera vez que leí Famas y Cronopios, de Julio Cortázar, me pasé un buen rato pataleando, emocionado hasta las lágrimas y de verdad que no aguantaba las ganas de ir a la casa de mi mejor amigo y decirle:
Digo la primera vez pero no estoy seguro de haber acabado el libro ni de haberlo vuelto a leer; después, o antes, leí Rayuela, un gran libro que marcó a buena parte de mis compañeros estudiantes de letras. En Rayuela, el narrador muestra a los amigos del Club de la Serpiente como seres caóticos pero poéticos, gente que no se preocupa por las menundencias de la vida burguesa o por apretar el tibo del dentrífico desde abajo o por ser ordenados y cumplidos con la ley. Como adolescentes, presos de una innata propensión a esquematizarlo casi todo, uno terminaba identificándose con los personajes del Club de la Serpiente, con Oliveira, con La Maga, con Ronald, hasta con Rocamadour, y asistía a reuniones donde además de una copia de Rayuela había un tipo interpretando canciones de Silvio Rodríguez mientras la cerveza iba y venía de un vaso a otro. En mis reuniones Cerveza Sol, que de todas maneras nos emborrachaba. Fui a muchas de esas fiestas, bebí mucha cerveza, intenté cantar alguna canción de Silvio Rodríguez y en algún momento tomé la copia de Rayuela y dije, a voz en grito:
¿Y por cuánto tiempo más ibas a leer la literatura como un espejo de tus más tiernas proyecciones? ¿Qué eras tú? ¿Un caótico y artístico cronopio? ¿Un esperanza? ¿Un fama? Podía suceder todo lo contrario y encontrase uno con la incómoda sensación de parecerse más a un mediano esperanza o a un estúpido fama o ser el tipo de persona que aprieta el tubo del dentrífico desde abajo. ¿Qué te negaba una identificación así? Era terrible. Al fin y al cabo hubo un momento en que te sentiste uno de los chicos cool, que leía libros y escuchaba música y asistía a reuniones donde la gente que fumaba mota y cantaba canciones de Silvio Rodríguez también leía libros y sentía un amor desmedido por el jazz. No eras como tus compañeros de la preparatoria, carentes de espíritu poético, abogados, contadores o políticos en ciernes. ¿Puede haber algo más antipoético que un estudiante que en vez de llevar Rayuela en la mochila, lleva el grueso tomo de Margadán? ¿Algo más antipoético que un funcionario de quinta?
Me dicen:
Pensemos en nuestro amigo que orgulloso nos muestra sus libreros con sus libros alfaguara (todos los premios ordenados por fecha), y sus libreros con libros anagrama y otro, más pequeño, con sus ediciones salamandra, destino, etc. El bueno de Herralde hace años que le ofreció a Carver y a Ford, por lo que hoy es fan de uno u otro. ¿Pero qué pasa con Tobias Wolff o Richard Coover? Bad. Herralde nos hace un gran favor –así como todas las otras editoriales-, pero también cierran nuestros horizontes y nuestras ganas de aventurarnos al segurarnos –por esa extraña sensación de status- que ellos nos van a ofrecer siempre y a cada momento lo que vale la pena leer, lo que se debe leer. Hoy día, por ejemplo, basta que publiquen a un autor joven en Anagrama para que su libro sea un must en perjuicio de cualquier mínimo sentido crítico, porque las alabanzas y las críticas (inconscientemente, imagino) cambian ligeramente su eje de rotación y creen ver algo más de lo que verdaderamente hay. A estos libros la crítica los ve como productos de un escritor bien hecho, maduro, en vez de tranquilizar al mundo y verlo como el libro de un escritor en proceso de maduración. Nadie ha reflexionado sobre la necesidad de muchos escritores jóvenes de comenzar con libros que emulen una voz de tono más establecido, en vez de confiar en sí mismo y asumir las faltas como parte de su propio proceso de maduración. Y en mi humilde opinión -los reseñistas profesionales dirán que estoy loco- es esto lo que vuelve a los nuevos narradores de anagrama aburridos como una ostra.
-¿Perdón?
-Debes leer ese libro. Fue finalista y ...
-Bla bla bla.
Porque déjenme decir, conozco amigos que han leído a Proust, a Auster, y a todo aquel que ha ganado un premio, y aún así siguen viviendo con sus madres, y es posible (no lo aseguro) que una u otra vez hayan tenido sexo con sus madres. Grrrr.
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LIMBO
A Octavio Paz
La plaza sola (gris el aire,
negros los árboles, la tierra
manchada por la nieve),
parecía, no realidad, mas copia
triste sin realidad. Entonces,
ante el umbral, dijiste:
viviendo aquí serías
fantasma de ti mismo.
Inhóspita en su adorno
parsimonioso, porcelanas, bronces,
muebles chinos, la casa
oscura toda era,
pálidas sus ventanas sobre el río,
y el color se escondía
en un retablo español, en un lienzo
francés, su brío amedrentado.
Entre aquellos despojos,
proyecto, el dueño estaba
sentado junto a su retrato
por artista a la moda en años idos,
imagen fatua y fácil
del dilettante, divertido entonces
comprando lo que una fe creara
en otro tiempo y otra tierra.
Allí con sus iguales,
damas imperativas bajo sus afeites,
caballeros seguros de sí mismos,
rito social cumplía,
y entre el diálogo moroso,
tú oyendo alguien me dijo: "Me ofrecieron
la primera edición de un poeta raro,
y la he comprado", tu emoción callaste.
Así, pensabas, el poeta
vive para esto, para esto
noches y días amargos, sin ayuda
de nadie, en la contienda
adonde, como el fénix, muere y nace,
para que años después, siglos
después, obtenga al fin el displicente
favor de un grande en este mundo.
Su vida ya puede excusarse,
porque ha muerto del todo;
su trabajo ahora cuenta,
domesticado para el mundo de ellos,
como otro objeto vano,
otro ornamento inútil;
y tú cobarde, mudo
te despediste ahí, como el que asiente,
más allá de la muerte, a la injusticia.
Mejor la destrucción, el fuego.
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El plus es un enlace a "El retorno de los charlatanes", pura neta sin pelos en la lengua, sobre mayas, terremotos y elecciones fraudulentas: no tiene pierde.
Comentarios
cuando haces eso me preocupas y me pones triste, en serio. Te quiero mucho, te adoro... =(
U_U
SE VA A ACABAR
EL MUNDO SE VA A ACABAR!!!
SI UN DIA ME HAZ DE QUERER
TE DEBES DE APRESURAR!!!!!!
sin el "debe de". mierda.
Relajate, si el mundo es una mierda, bien! no importa, lo unico que hay que hacer (si quieres, no es un DEBE DE) es buscar tu "safe place", mi cielo y el tuyo te lo cuido yo... y sabes exactamente dónde lo tengo ;)