Crees que de tu cuerpo
Nacerán lirios de sol
Cómo una promesa brillante del descanso.
Crees que la tierra
Es un agua más lenta y más pesada
Que lavará tu rostro entre los siglos
Y lo volverá puro de nuevo
En una infancia eterna y redimida.
.
Crees que detrás del muro
Hay un estanque y un remanso,
Un paraíso sin emociones ni sentidos
Destinado a los suicidas.
Si tan sólo supieras
Que lo primero que germina es el gusano
Y una fiesta de formas corrompidas
Lloran y copulan sobre el mapa
De nuestras entrañas verticales.
Que la tierra aplasta y deforma
Tanto en la vida como en la muerte,
Un peso inamovible de siglos que nos ata
Con lazos de metal en bruto.
Que detrás de aquel horizonte negro
No existe ni siquiera la penumbra,
Y el sol es blanco carcomido
Y la luz ya no es promesa.
Si tan sólo supieras:
Que el dios no existe para nadie
Y la carne o el deseo
No redimen del vacío
Y lo que encuentras en los cuerpos,
Rojos de sal atardecida,
No sirve para nada.
Que la frialdad no cura llagas
Y los fantasmas no regresan
Ni atormentan por las noches
Pues no hay boca ni conciencia
Por la que puedan pronunciar tu nombre.
Porque tal vez el amor tampoco existe,
Así cómo no existe el día
Ni esta mano que percibo.
Un pretexto de canciones,
De risa,
De hojarrasca.
No existe en nuestro otoño
Mas que un silencio enloquecido,
Un silencio de miradas
De incontables multitudes.
Porque el mar no devuelve las almas que ha engullido
Ni es un vientre primigenio
Y las voces de la noche, de la piedra castigada,
No son canción ni coro
Ni esperanza adormecida;
La carne se agrieta con la sal
Diluyendo nuestros ojos que se apagan.
Si tan sólo supieras
Que la muerte es para siempre.
Sin imagen,
Sin promesa,
Abstracciones.
Nacerán lirios de sol
Cómo una promesa brillante del descanso.
Crees que la tierra
Es un agua más lenta y más pesada
Que lavará tu rostro entre los siglos
Y lo volverá puro de nuevo
En una infancia eterna y redimida.
.
Crees que detrás del muro
Hay un estanque y un remanso,
Un paraíso sin emociones ni sentidos
Destinado a los suicidas.
Si tan sólo supieras
Que lo primero que germina es el gusano
Y una fiesta de formas corrompidas
Lloran y copulan sobre el mapa
De nuestras entrañas verticales.
Que la tierra aplasta y deforma
Tanto en la vida como en la muerte,
Un peso inamovible de siglos que nos ata
Con lazos de metal en bruto.
Que detrás de aquel horizonte negro
No existe ni siquiera la penumbra,
Y el sol es blanco carcomido
Y la luz ya no es promesa.
Si tan sólo supieras:
Que el dios no existe para nadie
Y la carne o el deseo
No redimen del vacío
Y lo que encuentras en los cuerpos,
Rojos de sal atardecida,
No sirve para nada.
Que la frialdad no cura llagas
Y los fantasmas no regresan
Ni atormentan por las noches
Pues no hay boca ni conciencia
Por la que puedan pronunciar tu nombre.
Porque tal vez el amor tampoco existe,
Así cómo no existe el día
Ni esta mano que percibo.
Un pretexto de canciones,
De risa,
De hojarrasca.
No existe en nuestro otoño
Mas que un silencio enloquecido,
Un silencio de miradas
De incontables multitudes.
Porque el mar no devuelve las almas que ha engullido
Ni es un vientre primigenio
Y las voces de la noche, de la piedra castigada,
No son canción ni coro
Ni esperanza adormecida;
La carne se agrieta con la sal
Diluyendo nuestros ojos que se apagan.
Si tan sólo supieras
Que la muerte es para siempre.
Sin imagen,
Sin promesa,
Abstracciones.
Comentarios
(eso me recuerda mis clases de piano cuando niño... sniff)
Mas bien creo que todo cambia y cambia... y cambia... y cambia..
y va a seguir cambiando.
Aunque nadie lo quiera.