Metro
De noche en el metro se abre la puerta del vagón y aspiro el aire encerrado. Huele alcohol, señal de que alguien viene tomado o va tomando. Voy leyendo a Henry James y no me fijo en nadie hasta que escucho unos sollozos a mi derecha. Es el hombre que emana el olor, tiene la cara hinchada y una abertura en el cráneo, se limpia la sangre con una toalla con el logotipo impreso de HSBC. “Era rico y ahora soy pobre, me golpearon. Pero aun soy rico, rico del amor de Dios” , le dice a las dos muchachas de quince años que vienen enseguida. Nadie lo ayudamos y es tal vez porque viene increpando a todos. La mayoría de los asientos a su alrededor vienen vacíos. Me mira y dice: “maldito seas. ¿Qué dirías si vieras a tu madre golpeada? Perdóname, madrecita santa”. Sigue maldiciéndome y yo siento que el billete de cincuenta pesos que traigo en el bolsillo izquierdo me pica. Me llevo la mano instintivamente, como si ardiera o algo más. Sigue y sigue maldiciéndome, el olor a alcohol me llega entonces directamente desde su boca, a un metro y medio de distancia. Siento una profunda compasión y al mismo tiempo un enojo frustrante, no entiendo porque me trata como si yo hubiese sido quien lo golpea. Por alguna razón me paro ahí enfrente y le sostengo la mirada, quiero que termine de decirme todo lo que tiene que decir: pienso que puede así sentirse un poco mejor. Pero no soy fuerte ni nada. Tiene un guante puesto en la mano libre, la que no trae la toalla blanca ensangrentada; esta noche ha hecho mucho frío. Cuanto deben arder los golpes con el viento cortante de esta noche. Pero no soy fuerte ni nada. Me bajo en mi parada aunque intento estar un rato más enfrente de él, que termine de vaciarse y maldecir. Pero no soy fuerte ni nada.
Llego al departamento vacío a cenar roles de canela Bimbo con CocaCola.
De noche en el metro se abre la puerta del vagón y aspiro el aire encerrado. Huele alcohol, señal de que alguien viene tomado o va tomando. Voy leyendo a Henry James y no me fijo en nadie hasta que escucho unos sollozos a mi derecha. Es el hombre que emana el olor, tiene la cara hinchada y una abertura en el cráneo, se limpia la sangre con una toalla con el logotipo impreso de HSBC. “Era rico y ahora soy pobre, me golpearon. Pero aun soy rico, rico del amor de Dios” , le dice a las dos muchachas de quince años que vienen enseguida. Nadie lo ayudamos y es tal vez porque viene increpando a todos. La mayoría de los asientos a su alrededor vienen vacíos. Me mira y dice: “maldito seas. ¿Qué dirías si vieras a tu madre golpeada? Perdóname, madrecita santa”. Sigue maldiciéndome y yo siento que el billete de cincuenta pesos que traigo en el bolsillo izquierdo me pica. Me llevo la mano instintivamente, como si ardiera o algo más. Sigue y sigue maldiciéndome, el olor a alcohol me llega entonces directamente desde su boca, a un metro y medio de distancia. Siento una profunda compasión y al mismo tiempo un enojo frustrante, no entiendo porque me trata como si yo hubiese sido quien lo golpea. Por alguna razón me paro ahí enfrente y le sostengo la mirada, quiero que termine de decirme todo lo que tiene que decir: pienso que puede así sentirse un poco mejor. Pero no soy fuerte ni nada. Tiene un guante puesto en la mano libre, la que no trae la toalla blanca ensangrentada; esta noche ha hecho mucho frío. Cuanto deben arder los golpes con el viento cortante de esta noche. Pero no soy fuerte ni nada. Me bajo en mi parada aunque intento estar un rato más enfrente de él, que termine de vaciarse y maldecir. Pero no soy fuerte ni nada.
Llego al departamento vacío a cenar roles de canela Bimbo con CocaCola.
Comentarios
PROCESIÓN POÉTICA
Lectura - Performance en plazas, lugares públicos y sitios indefinidos
desde el borde.
Semana Santa 2008 (15 días). Desde el Golfo de México: Tampico,
Tamps.; bordeando la frontera, llegar a TJ y subir por San Diego hasta
L.A., Ca.
Requisitos:
Poeta
Poemas
Visa Láser
Creatividad
Disponibilidad
Una foto
Más info: arturorlara@yahoo.com.mx / mine.bonita@gmail.com; Arturo
Ramírez Lara (Cd. Juárez, Chi. y Minerva Reynosa, Mty., N. L.).
BESOTE!
Acompa�arlo... peor.
Le recomendaremos vodka que es lo que menos huele