Manera de darle vueltas al tamiz, a fin de descubrir quien habrá cometido un robo o cual-quier otro crimen.


Hay que coger un tamiz el cual suspenderás con un cabo de cuerda de ahorcado, el
cual dará toda la vuelta alrededor del tamiz y, dentro del círculo del mismo,
escribirás con la sangre del mismo ahorcado estos caracteres:

xxxx

en las cuatro partes del círculo. Luego cogerás una vasija de estaño bien limpia la
cual llenarás con agua de fuente muy clara, después de lo cual pronunciarás estas
palabras: Dies mies jeschet bene deafet dovvima énétémans. Después sacudirás
y harás girar el tamiz con la mano izquierda y, al mismo tiempo, con la derecha,
removerás el agua de la vasija con una ramita de laurel tierna, y, cuando el agua
estará en reposo y el tamiz o cedazo no girará ya más, mirarás fijamente en el agua
y verás el rostro del que ha cometido el robo, y, para que puedas mejor
reconocerlo, lo marcarás en cualquier parte de su cuerpo con la espada del arte. De
esta forma, todo cuanto le cortes encontrárase efectiva y realmente cortado en él.

Comentarios

Indio Cacama dijo…
Supongo que es el protocolo que siguen a pie juntillas las corporaciones policíacas en México

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