Cenzontle de papel



Por iniciativa de Teresa Dey se hizo un compilado de la clase de cuento que ella imparte en la UACM. A algunos alumnos se les pidió que mandaran los textos que desearan publicar y a otros se les pidió, como un ejercicio en clase, que escribieran un mito primordial, una creación de la mujer (es Teresa Dey, al fin y al cabos), con la condición de que nada estuviese sacado del génesis bíblico. Yo fui de los segundos, ni modo.
En fin, fue muy interesante ver las versiones de los compañeros, y como una gran parte de ellos, tal vez inconscientemente, tendía hacia el misticismo gnóstico, cómo si la exclusión del mito hebreo pidiera cosmogonías aparentemente más racionales y organizadas. Otro grupo nutrido fue el que se hizo eco y transformó diferentes mitos prehispánicos, imbuidos como estamos todos de las culturas nacionales. Algo que se me ocurre mientras escribo que ambos sentimientos, el del gnosticismo y el prehispánico, están intimamente relacionados. Vale la pena echar un vistazo a todos ellos.

La asignación fue crear a la mujer, pero al segundo párrafo había terminado de crearla, así que tuve que ponerme a hacer otras cosas. El texto tiene reminiscencias de algunas creencias africanas, otras asiáticas y algo de Michael Ende. Es un texto corto y que se lee con algunas dubitaciones. En mi disculpa diré que intentaba recrear cierta oralidad, a medio camino entre cuento indoeuropeo y relato de la abuela. No creo haberlo logrado.

En esta liga encontrarán alguna de las minificciones de Peter Paul Ramírez, otro de los antologados.




La araña Bakula




La araña Bakula pendía sobre el universo. Sólo existía la araña y su red se extendía por todos los confines de lo increado. Nada, de la nada, escapaba a su escrutinio. Mas he aquí que Bakula puso un huevo, una esfera dorada y brillante, y después puso otro huevo, éste plateado como la luna, que aún no existía.

–Tendré un par de hermosas hijas –dijo la araña, a quien la soledad eterna había enloquecido –y juntas tejeremos lo existente y lo no existente.

Más he aquí que el huevo dorado se abrió y de su interior surgió una mujer: la primera mujer.

-Tú no eres como Bakula -dijo la araña.

–Y sin embargo soy tu hija, –contestó la mujer –formada en el vientre del universo, con la esencia de lo existente y lo no existente.

-Te dejaré hacerme compañía hasta que abra el segundo huevo. Cuando mi verdadera hija venga al mundo, entonces te devoraré.

La mujer no se asustó y poco a poco ideó un plan. Bakula, contenta de encontrarse acompañada, le contó a la mujer todos sus secretos. Como que la telaraña se extendía hacia el infinito y que de ella se podían crear toda clase de objetos, pues era la esencia de lo existente y lo no existente. La mujer fingió incredulidad y retó a Bakula:

–Si es cierto lo que dices, entonces crea la tierra de verdes pastos y altas montañas, con animales que la habiten.

Bakula, herida en su orgullo, tejió y tejió y creó la tierra de verdes pastos y altas montañas, con animales que la habitaban.

–Aun no me convences –dijo la mujer, –crea, si es que puedes, la inconstante luna y las estrellas azules.

Bakula, herida en su orgullo, tejió y tejió y creó la inconstante luna y las estrellas azules.

–Casi me convences, pero si es cierto lo que dices, crea entonces el incandescente sol de la mañana.

Bakula, herida en su orgullo, tejió y tejió y creó el incandescente sol de la mañana. Cuando hubo terminado, sin que se diera cuenta, la mujer se puso detrás de ella y empujó a la araña hacia el sol, donde murió calcinada.

Tiempo después abrió el huevo plateado, de donde surgió un hombre. Éste, al ver a la mujer, cayó perdidamente enamorado. Así fue como la primera mujer engañó a la negra tejedora, puso orden en las cosas y salvó al género humano, pues de otra manera, al ver que del huevo plateado surgía un hombre, Bakula los hubiera devorado a los dos al instante y yo no te estaría contando esta historia.


Raúl Aníbal Sánchez Vargas

15 agosto 2011


Comentarios

Mariana Orantes dijo…
Lo que no sabes es que la araña bakula sobrevivió, cambió de género y se convirtió en:

http://img.poptower.com/pic-15426/scott-bakula.jpg?d=1024
Anónimo dijo…
Me gusto, me dejo un gran sabor , me gusta leer, no se escribir, redactar, nada de nada.
Gracias.
Eva

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