1
Amanecer deslavado como leche de yegua,
un sol mecánico por la ventana.
Los perros cantan afuera la opereta del camión de la basura.
Esta casa huele como la casa de un hombre solo.

2
Hay un parque a un par de cuadras de aquí,
allí crecen hongos, pinos, cadáveres de niños perdidos.
Con mi cigarro, sentado en la banqueta, lanzo señales de humo
para que el ojo de Dios recuerde mi presencia en la tierra.

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