O al revés Supongamos que no hay un sólo muerto sobre esas piras de Filipo el vengativo. Trescientos cadáveres de una belleza casi ridícula, inigualable hagamos una suspensión sobre la muerte un alto recurrente y verdadero “vas a estar bien”, te digo tomando tu rostro de ansioso campesino bávaro (luego rió con risa demente) Dice la historia que dice Filipo frente a la innegable pira de cadáveres amantes: : “Perezca el quién sospeche que estos varones o sufrieron o hicieron algo inapropiadamente.” ¿Inapropiados por jotos o por oponerse al increible Filipo quien en las cárceles tebanas aprendió las tácticas de guerra? ¿O ambas cosas? No yo pedí una suspensión del juicio desde mis primeros versos Imagina mientras se aleja tu mirada dos cuerpos hermosos (tal vez uno un poco menor que el anterior) Mira esa pierna ese brazo cada detalle de una mano absurda y viril y honestamente pobre de experiencia mas desmebrada Imagi