Laetare, alleluia, regina
Nunca te escribí un poema porque parecía ociosa la constatación de lo que admiro y deseo no tan secretamente pero yo lo que en verdad quisiera y me atormenta hubiera sido salvarte de estos fuegos ésta inmolación innecesaria ésta pira bien dispuesta para ti desde el principio de los tiempos en donde doblegaron tu voluntad adolescente Tocarte el hombro antes que lo tocara el diablo recibir la bala cantar en la madrugada esperando un Uber que solo era el Uber de nuestros buenos deseos: ser buenos bellos puros ser todo aquello que no nos alcanzaba con la simple inspiración rectitud justicia ética sustantivos im por tan tes vaciándose en un canto pequeñito y agudo Tocarte el hombro antes que lo tocara el diablo y decir: mira la tierra toda lo logramos estamos salvados