ADVERTENCIA:
Mi intención al recopilar estos fragmentos -casi todos ellos ocultos al público durante muchos años- ha sido mostrar la manera erótica, vital, pendenciera y trashumante en que Hemingway concebía la literatura y el oficio de escribir. Por razones de derechos -los herederos están zafados si creen que les voy a donar otro riñón- no hemos podido traducir las cartas enteras y hemos tenido que conformarnos con ofrecerles solo estos fragmentos, a veces simplemente una línea. Los propietarios de los derechos han pensado -y tienen razón- que hay ciertas cosas en la vida de un hombre que es mejor no saber (como las cartas dirigidas a Mary Walsh en las que le confiesa su amor “viril” por un torero llamado Juanito) y hemos querido respetar ese deseo. Donde quiera que esté sabemos que el viejo Hem sabrá apreciar que guardemos sus secretos. RAS
Hemingway inédito
Comentarios